La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un aspecto relevante en el mundo, especialmente en la industria de los materiales.
En el proceso de selección de materiales, medir la sostenibilidad es un elemento vital, ya que para garantizar la producción, el uso, la reutilización y la eliminación de productos y materiales sostenibles, se buscan específicamente múltiples indicadores de sostenibilidad dentro de los esquemas ambientales, económicos y sociales.
Los debates sobre sostenibilidad abordan diversos aspectos del medio ambiente, la economía y la sociedad, que se les conoce comúnmente como los «tres pilares de la sostenibilidad», ya que todos exigen consideración y una gestión adecuada para garantizar un futuro sostenible.
Hoy en día, la sostenibilidad ha dejado de asociarse con la minimización del carbono y los gases de efecto invernadero, por lo que surge una pregunta, ¿cómo podemos medir adecuadamente la sostenibilidad, cuantificar sus impactos y establecer objetivos significativos y apropiados?.
El desafío radica en cuantificar los indicadores y encontrar los mejores métodos para medir y reportar sus impactos.
Medir la sostenibilidad no es tarea fácil. Se trata de un proceso muy versátil, que involucra docenas de consideraciones e indicadores. A medida que gobiernos, organizaciones y empresas establecen objetivos de sostenibilidad cada vez más ambiciosos, el reto de medir los impactos y satisfacer las demandas se ha vuelto cada vez más difícil, pero a la vez más importante.
La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) afirma que «existe una comprensión generalizada de que la sociedad necesita una mejor 'brújula' estadística para desplazar el énfasis de la medición de los fenómenos económicos a la medición del desarrollo sostenible».

La selección de materiales sostenibles se ha convertido en una línea de acción fundamental en el plan de trabajo, independientemente del sector en el que se trabaje. Para ello, NSF International desarrolló un marco que puede servir como guía de cuatro pasos para examinar las métricas de sostenibilidad disponibles, son las siguientes:
- Relevancia: ¿Se está cuantificando una preocupación específica de sostenibilidad?
- Defensa: ¿Estaría un tercero de acuerdo con la metodología y la lógica de la métrica?
- Significado: ¿Estas métricas guiarán las futuras decisiones de la empresa y los clientes?
- Claridad: ¿Se comunican las métricas de forma eficaz y tienen un plazo definido?
Es complicado abarcar las tres dimensiones de la sostenibilidad, por lo que a continuación, trataremos los indicadores ambientales más comunes, sin restar importancia a las otras dos dimensiones.
Los indicadores ambientales clave necesarios en un proceso de selección de materiales incluyen:
- la huella de carbono,
- la energía incorporada,
- el contenido reciclado y la reciclabilidad, entre otros.
1.- Huella de carbono:
La huella de carbono de un material, se refiere a las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI). A lo largo de toda su vida útil, pueden emanar varios GEI, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Estas emisiones se producen a lo largo de las diferentes etapas de su ciclo de vida, incluyendo la producción, el procesamiento, el uso y el final de su vida útil.
El dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, tienen diferentes capacidades de retención de calor, contribuyendo al fenómeno general del calentamiento global. Se miden como (PCG) potenciales de calentamiento global y en unidades de dióxido de carbono equivalente (CO₂e), que permiten una comparación sencilla de las huellas de carbono de diferentes materiales contabilizadas por unidades individuales.
La mitigación de los GEI y la adaptación al cambio climático son ahora de suma importancia, dado que se ha convertido en uno de los principales desafíos mundiales.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) emitió unas normas ISO 14060, que ofrecen un enfoque claro y coherente, mejorando la integridad ambiental, la credibilidad y la transparencia de las siguientes medidas.
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Las iniciativas dirigidas a mitigar los GEI dependen principalmente de:
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la cuantificación,
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la monitorización,
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la notificación,
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la verificación de las emisiones.
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Otros indicadores dentro del ámbito de la huella de carbono incluyen:
- La reducción de carbono que como su nombre indica, consiste en la reducción de las emisiones de carbono.
- La compensación de carbono, consiste en la reducción realizada específicamente para contrarrestar las emisiones producidas en otros lugares.
- La neutralidad de carbono, se trata del resultado ideal de la compensación de carbono, que significa cero emisiones netas de carbono.
2.- Energía incorporada:
La energía incorporada de un material, es la suma de las entradas de energía directas e indirectas involucradas en la extracción de recursos, el transporte, la producción, el procesamiento y la entrega del material, es decir, es la cantidad total de energía consumida durante el período de fabricación del material. La energía incorporada también puede definirse incorporando la vida útil completa del material (es decir, de principio a fin). Sin embargo, esta medición depende del producto para el que se fabricó el material, por lo que resulta relativamente compleja de calcular.
Normalmente este indicador de sostenibilidad, se encuentra en aplicaciones de edificación, construcción y en otras áreas. En aplicaciones de construcción, se caracteriza la medición de la entrada de energía no renovable por unidad de material o sistema de construcción.
Y se expresa en: megajulios (MJ) o gigajulios (GJ) por unidad de peso (kg o tonelada) o por unidad de superficie (m²).
Existe una diferencia entre la energía incorporada y el carbono incorporado, que no deben confundirse. El carbono incorporado es, básicamente, la huella de carbono del material, pero difiere según la parte del ciclo de vida del material que se considere. Sin embargo, es importante distinguirlo de la energía incorporada, ya que indica las emisiones de carbono involucradas, no la energía.
3.- Contenido reciclado:
El contenido reciclado representa la proporción de material en un producto que se ha redirigido desde el flujo de residuos sólidos, también se le conoce como entrada de material reciclado. Esto ocurre en dos categorías distintas de contenido reciclado.
Contenido reciclado preconsumo: también conocido como postindustrial, se refiere a cuando el material se redirige durante la fabricación, antes de llegar al consumidor.
Contenido reciclado posconsumo (PCR): se refiere a los materiales reciclados después de su uso por parte del consumidor.
Los materiales comunes que incorporan contenido reciclado incluyen plásticos (PET, PP, HDPE, ABS), metales (aluminio, acero) y vidrio. Normalmente se expresa como fracción de masa en porcentaje.
El proceso de reciclaje de materiales, contribuye eficazmente a la reducción del consumo energético y el agotamiento de recursos no renovables. Al igual que desempeña un papel fundamental en la promoción de prácticas de sostenibilidad y la obtención de materiales sostenibles, ya sean posconsumo o postindustriales.
4.- Reciclabilidad de los materiales:
Se conoce como reciclabilidad a la capacidad de un material para transformarse en nuevos productos que se pueden reutilizar con poco o ningún desperdicio. Este es un factor clave en la selección de materiales, especialmente cuando la eliminación de residuos genera impactos ambientales peligrosos.
Reciclabilidad es la capacidad de reciclar un producto, es decir, busca reducir tanto la entrada como la salida del ciclo de vida de un material, permitiendo que el material vuelva al ciclo de producción primario para su uso en más ocasiones, aunque, esto conlleve una pérdida de calidad y de valor.
También puede expresarse como porcentaje en masa, aunque no es fácil cuantificarlo ni medirlo de forma práctica, debido a que múltiples factores afectan a este indicador, desde el nivel de complejidad para clasificar y separar aleaciones y mezclas de materiales hasta la disponibilidad de opciones de reciclaje y procesamiento.
Además, debe tenerse en cuenta que un material derivado de precursores reciclados no implica que sea reciclable. La reciclabilidad y el contenido reciclado son dos características materiales diferentes.
5.- Otros indicadores ambientales
Los indicadores de sostenibilidad explicados anteriormente no son los únicos ni son más importantes que otros. Para mayor brevedad, a continuación se presenta una lista de otros indicadores ambientales que también se tienen en cuenta al cuantificar la sostenibilidad:
- Biodegradabilidad
- Uso del agua
- Contenido de origen biológico
- Fracción de energía renovable
- Longevidad del material
- Gestión de residuos peligrosos
- Potencial de secuestro de carbono
El índice de sostenibilidad ambiental (IES), combina las métricas anteriormente mencionadas, midiendo el progreso general hacia la sostenibilidad ambiental. Este índice compuesto tiene un impacto cuantificable en la sostenibilidad ambiental a nivel nacional que presentan una combinación de indicadores ambientales, socioeconómicos e institucionales.
Este Artículo tiene carácter general e informativo. No constituye un documento técnico o acreditativo.
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