Las bombas centrífugas son diseñadas para mantenerse en funcionamiento de forma continuada, durante meses o incluso años. A su vez, estas bombas centrífugas, dependen del líquido que bombean para proporcionar refrigeración y lubricación a los cojinetes y otros componentes internos de la bomba.
En caso de detenerse el flujo a través de la bomba mientras esta sigue funcionando, la bomba centrífuga ya no sería capaz de enfriar su mecanismo interno adecuadamente y resultar dañada. Los daños aparecidos en las bombas centrífugas también pueden ser motivados por la coincidencia de que la temperatura del líquido que bombean, se aproxime mucho a a la condición de saturación.
